Todo el mundo habla de la nube. Pero al final, ¿qué es la nube?
En inglés se le llama Cloud computing o The cloud. Lo que normalmente estaría en tu PC (tus programas o tus archivos, por ejemplo) pasa a estar en un conjunto de servidores a los que puedes acceder a través de Internet y que forman la tal nube. La nube es un término genérico para describir la red de servidores de la empresa a los que nos conectamos.
La nube hace que sea fácil compartir documentos, fotos y casi cualquier tipo de archivos, utilizando cualquier dispositivo que ejecute cualquier sistema operativo. Todo lo que necesitas es una conexión a Internet. Pero el poder detrás de la nube es el almacenamiento de todo como un Servicio.
Mientras que algunas nubes se construyen principalmente para el almacenamiento y la distribución, como por ejemplo Box e Instagram, otras nubes prestan servicios. Tres servicios comunes son:
- SaaS (Software como servicio), el correo electrónico en línea, procesamiento de textos, gestión de relaciones con clientes (CRM), gestión de desarrollo de software, gestión de contenidos y mucho más. Gmail es un ejemplo.
- IaaS (Infraestructura como servicio), un servidor virtual en la nube en el que se puede instalar y ejecutar aplicaciones como lo haríamos en un servidor físico en nuestra oficina. El proveedor de la nube posee el servidor, que se ejecuta dentro de la infraestructura de TI de la empresa, y es responsable de asegurarse de que se ejecuta correctamente.
- PaaS (Plataforma como Servicio), ofrece toda una plataforma en la que una empresa puede construir y probar aplicaciones, gestionar grandes bases de datos o ejecutar un gran sitio web.
Detallamos algunas de las ventajas de la nube:
- Acceso desde cualquier sitio y con varios dispositivos. Tus programas y archivos están en la nube, con lo que te basta una conexión a Internet para acceder a ellos y usarlos de modo remoto. Puedes hacerlo mediante un PC fijo, un laptop, un tablet PC, un iPad, un smartphone.
- Todo el software está en un solo sitio. Eso te evita tener que instalar tú los programas en tu PC, tu laptop o todos y cada uno de los múltiples equipos de una red.
Y no sólo te evita instalar el software, sino preocuparte por actualizar los programas o hacer upgrades. Tu proveedor de la nube se encarga también de eso por ti.
Casi el único programa que necesitas tener instalado es un navegador de Internet con el que acceder a la nube y trabajar en ella. - Ahorro en software y hardware. En la nube, un mismo programa lo comparten muchos usuarios, sin necesidad de tener que comprar una copia individual para cada uno de ellos. Eso abarata el precio de las aplicaciones.
Como todos esos programas se ejecutan en la nube y todo se guarda en ella, no hace falta gastar mucho dinero en un PC muy potente y con un disco duro grande. - Ahorro en mantenimiento técnico. Sin programas instalados o redes de PC complejas que configurar y mantener, los usuarios de la nube deben tener menos problemas informáticos.
El proveedor de la nube se encarga del mantenimiento técnico de sus propios servidores. El usuario no necesita saber crear redes de computadoras para compartir recursos, porque puede hacerlo a través de la nube. - Escalabilidad. Con la nube está garantizada sin tener que invertir más de lo necesario en previsión de que las necesidades aumenten.
Si un usuario de la nube necesita más o menos capacidad de proceso o de almacenamiento, el proveedor de la nube se lo facilitará casi en tiempo real. Eso optimiza los recursos en todo momento.
Tu empresa también puede crear su propia nube. Ponte en contacto con nosotros y te asesoraremos.